Y así, una vez más... paramos el tiempo.
Rompemos mentes con realidad de acción.
Vamos adelante cada día con más ánimo, con más vida, con más fuerza... con más amor.
Cada día que me levanto es todo lo bueno que puede ser sabiendo que estás en mi vida.
Como parando el tiempo, deteniendo todo a mi alrrededor con solo saber que escuchas mis pensamientos más profundos, besarte en acto seguido y paralizar el mundo por horas en un minuto, por días en una noche y por meses al ver que me miras a los ojos y me dices con tus labios que me amas.
Yo soy tu bufanda, soy tu abrigo, soy tu hombre.
Soy el anhelador... anhelador de tu calma, de tu próximo abrazo, de tu beso diario, de tu última mirada al mundo antes de dormir y lo primero que mires cada mañana
Soy el doctor sin conocimientos.
Soy el curandero de tus heridas y el que espera cada día tu felicidad.
El gladiador por ti, soy tu guerrero defensor, soy tu paladín.
Si estoy contigo el fracaso tiembla.
Si estoy contigo no puedo caer, los zombies se tomarán la cabeza en señal de cansancio al verme levantar una y otra vez del suelo para dar la batalla.
Por ambos.
Por amarnos.
Por la perfección que somos, la redefinición de la palabra enamorados.
Solo tú puedes calmar al guerrero y traer al amante a tu cama cada día.
No hay día que no piense en decirte al despertar... te amo.
Y te amo.
Como nadie lo hará nunca.
Y nos amo.
Nos amo solo como tú puedes saber.
Y los sueños.
Y el futuro.
Si no hay un mañana no importa, a la mierda con eso.
Creémos uno.
Uno nuestro para nadie más.
Egoísmo, si, mucho.
Somos míos, somos tuyos.
Somos únicos.
Somos.
Somos y es lo que me hace más feliz en el mundo.
Nosotros somos el Cronos que detiene el tiempo, no necesitamos un reloj gigante de arena. Solo un lugar nuestras mentes y corazones, nuestras bocas.
Vamos a reinventar el tiempo.
Juntos, somos Dios.
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