lunes, 19 de abril de 2010

Al borde.


No sé.
Me pateó las weas.
Porque chucha tiene que ser así?
¿Que puta prisa tengo?
Por la chucha, por la conchetumare, las mil putas de Valparaíso.
Las cien weas que he oído en mi vida me dan vueltas en la cabeza ahora.
Me pican, me muerden las orejas, me zumban los oídos mientras trato de dormir dos horas de una noche tranquila antes de no poder dormir más y enfrentar un nuevo día de la misma manera, rutina y basuras normales, escorias sociales, gritos, insultos y desahogos de otros.
Escupitajos verdes traducidos como una llamada de atención para amar más a algo que no está ahi.
Ojos rojos, vista borrosa, no tengo control total de mis pasos.
Hablo entre dientes, mis pensamientos salen de mi boca sin querer en palabras a medio pronunciar.
Saco las llaves, le doy a la cerradura al primer intento... sí, estoy ebrio.

Ebrio de sentiemientos impropios, cinco años más, algo de yerba, unos cuantos tragos más de whisky sin hielo, calidad ni etiqueta y un arma.
Algo de lloriqueo por el no saber en que terminará la historia. La curiosidad me mataba, solo por eso seguiría viviendo. Pero no. Me iba a dar un tiro a la parte  superior de la mandibula más cercana al cerebro.

Tal vez hubiera sido distinto.
Tal vez debí escuchar las críticas.
Mierda, vieja culia, te juro que me deslizaría a tu cama y degollaría mirandote a los ojos hasta que se congelen los tuyos en la eternidad.

Tomo el arma, la cargo pero no jugaré a la ruleta, será ruidoso, fuerte, un splash rojo y rosa en la pared. El último cuadro de mi última morada real.
No me arrepiento de mucho, y si lo hiciera, solo hubiera logrado detonar antes el gatillo.

Preparo el arma. Seré el último artista. Es un honor muy grande.
La pongo en mi boca, de la que sale saliva gruesa y pegajosa.

No puedo.

¿Porque me dijiste que quedaría solo?
¿Porque aunque me esfuerze en cambiarlo no cambia?

Saco el arma de mi boca, la dejo caer, sigo bebiendo. La mitad del vaso era demaciado.
Vomitado, sucio, ebrio, en otra dimension, el arma cargada, solo y sin tiempo ni ganas para nada más que algo que no está ahi y que, sin pensarlo me volaría los sesos solo con tal de traerla y me dijera cosas.
Cosas que si se, pero que olvido.
Que me diera una cachetada, me lanzara a la ducha con violencia y luego me recostara llorando y diciendome que no pienso en ella.
Puta que sí lo hacía.
Puta que sí.
Pero ella no estaba.
Y no estaría más.

Me terminó dejando solo para ser feliz, no la culpo. Yo hubiera hecho lo mismo.

Me arrastro como puedo a la cama.

Faltaban dos horas para levantarme a duchar e irme al trabajo.
No hubiera ido de todas formas.
No si ella hubiera despertado a mi lado, aún tengo unos ahorros para nuestro viaje.
Servirán bien para traer mucho humo gris y verde a mi cabeza, whisky sin hielo, como me gusta... Si ella hubiera estado abría hecho algo de hielo.

Desperté tres días después. Las lágrimas en mi cara no me dejaban mover mis facciones faciales con libertad.
Aún tenia sueño, había el increíble número de 143 llamadas perdidas en mi teléfono movil, la música ya no sonaba y yo olía a mil demonios.
Golpes y gritos afuera.
Era ella, mi corazón la esperaba pero mi mente lo abrazaba como un buen amigo: "...sería bonito, pero ahora mira... sabes que ella no vendrá"
Le abrí, preparando mi cara para un golpe de ella, uno fuerte y con rabia, o bien un golpe de algún amigo preocupado que saltaría en cuanto abríera la puerta.
Me besó, de verdad no lo esperaba. Afuera, un compacto la esperaba, tenia un abrigo, una boina y lágrimas en los ojos.
Me besó con tanta fuerza la segunda vez que me dolía. Yo aún no despertaba, pero no quería abrazarla fuerte: se notaría cuando ella se fuera y yo no la pudiera soltar.

Me susurró: "báñate y vistete, haré tu maleta"
Miré con cara de extrañeza y me respondió "¿no teníamos un viaje pendiente?"
Subí rápido y escondí el arma. Me golpeé con el mango del arma un dedo para ver si era verdad todo aquello.

Y el compacto seguía ahi.

viernes, 9 de abril de 2010

¿Sentido animal?

Si, escribo bonito acá.
Pero no me puedo expresar bien con palabras.
No es que tenga una dislexia absoluta, tenga rasgos de autismo o sea tímido.
Es porque no puedo mostrar, no puedo graficar lo que realmente siento con palabras, todos sentimos y eso queda, las palabras se las llevan los oídos a sus fosas para devorar las palabras y hacer un epitafio en la zona cerebral de los recuerdos.
Yo debo hablar con el cuerpo.

jueves, 8 de abril de 2010

¿Por que?




Porque no sé, es simple.
Porque trato de evitar escribir "tu" con acento.
Porque me gusta el gore, los zombies, la sangre todo mesclado con risas y cerveza.
Porque me asusta lo que me asusta.
Porque escucho lo que escucho.
Porque ayer me porté la raja cuando no debería haberlo hecho, pero haberlo hecho me hace yo mismo.
Porque hoy dejé de estar porque tenía que estar en otro lugar.
Porque quiero, y nadie me puede decir lo contrario.

Autodestructivo, real, obseno, opositor por naturaleza, sin razones para cambiar mis defectos ni para trabajar más en mis cualidades.
Sin razón aparente. Pido poco y puedo darlo todo.
Porque quizás he juzgado apresurado y por suerte terminó siendo lo que dictaminé.
Porque por suerte pasó eso y la vida me ha hecho feliz en tan poco tiempo que me asusta que me pueda arrebatar todo.
Aunque a estas alturas, ya no importa.  Lo disfruté cada segundo si se acabase mañana.
Lo vivido nadie me lo quita. Yo soy lo que soy y por eso quiero lo que quiero.
Porque tengo un odio malsano a la religión.
Porque soy enojón y me gustan las bromas de mal gusto.
Porque quiero hacer lo que nunca hice.
Porque quiero.
Porque yo soy yo.
Y nadie nunca me lo negará.

Camino. Viajo. Espero

La calle estaba sola y helada, lo único que rebotaba eran los golpes de mi amigo en los vidrios, edificios o tubos.
Dimos unas vueltas por la cuidad, las putas ya habían empezado a salir, orinando frente a un supermercado y diciendonos en tono de broma que no miraramos. Fue un chiste ciertamente sin gracia.

Al fin tomamos un colectivo dirección mi hogar. Y ahi empezó.
Un demente gritaba cosas desde un lugar que nunca pude averiguar.
Los carabineros buscaban a alguien en especial, la calle se torcía, pensaba en ver una sombra y bajarme del vehiculo, aunque no tuviera más dinero para subir a mi casa y me condenara a dormir en la calle solo por verla.

No era el punto.
La calle se movía, el conductor preguntaba idioteces a un tipo, las sombras atacaban las ruedas del colectivo, mi amigo que estaba junto a mi estaba durmiendo sin saber de los peligros imaginarios que salían como sierras eléctricas de mis oidos.

Los árboles nos lanzaban hojas que simulaban granadas y los perros eran jaurías en una noche infinita.
Un búho me miró y me hizo despertar cuando estabamos a punto de bajarnos.

Escuché los plomos de nostalgia ajena como balas.
Sentí su miedo y su rabia.
Yo sentí compasión y una risa conocedora de lo que el pasaba.
Lo abrazé y acosté en un sillón, esperando que no amaneciera vomitado.
Quería dormir, abrí mi cama, desperté y escribí sin sentido de orientación.

Me gusta.

lunes, 5 de abril de 2010

I scream loud to you,

Garra OE.
Ya pasarán esas semanas pencas :)

sábado, 3 de abril de 2010

Muerde, perro.


Miedo.
Miedo a no despertar más, soñar con vivir, pero morir en sueños que nunca llegarán a climax.
A ahogarme, a despertar un día con una botella, en mi departamento de soltero, con resaca, ventanas grandes, barba de días y con un frio perpetuo en los pies descalzos.
Miedo a despertar con frío, resfriado en un día grande, muy importante, y no poder rendir en ese día por la enfermedad.
Miedo a depender de los demás como la ciega, una invidente que solo sabe molestar a todos para que hagan sus tareas caseras por ella. es una carga, una lata y no precisamente para mi, por eso me repugna tanto quizás.
Miedo a que me reten, a no poder terminar una historia interesante o una conversa que definiría la vida que llevo.
Miedo a aguantar este año, a no llevar una decisión determinante en mi vida.

Miedo a dormir con sábanas otra vez.
Miedo a enamorarme, y a no hacerlo, o hacerlo y no ser bueno en ello.
Miedo a ser lento, a desquitarme con cosas inertes y a no hacerlo. miedo de romper algo ajeno y tener que pagarlo.
Miedo a morir atropellado y miedo a no hacerlo si debo elegir entre morir ahogado o atropellado.
Miedo a estar solo.
Miedo a que me olviden, o que me recuerden solo por chistes o por cosas malas.
Miedo a ser una carga.
Miedo al hambre.
Miedo a perderlo todo, miedo a encerrarme en mi mismo, miedo a que alguien lea esto y crea que vio lo mismo en otro blog, y que yo le haya copiado todo al dueño de ese blog.
Miedo a perder y miedo a ganar y no seguir siendo lo que soy en el fondo.
Miedo a que los cristianos dominen en mundo con fuego y espadas, y que su Dios reviva a los caídos, miedo a que las Valkyrias nunca me lleven.
Miedo a querer más de lo que pueda dar.
Miedo a que me conozcan, es ridículo, lo sé, pero el dominio total crea locura y aburrimiento.

Miedo a que corran de mi.
Miedo a no tener a nadie con quien compartir un asado en nombre de mi primer hijo.
Miedo a que mi miedo me aleje de las personas, de las especiales para mi, el resto se puede matar.
Miedo a que no me quieran por lo que soy, y miedo a que lo hagan y terminen sufriendo.

Miedo a tener otro miedo.
Miedo al miedo.
Miedo a seguir temiendo.
El miedo es mi enemigo.