jueves, 24 de junio de 2010

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Hace frío afuera...
Como si no lo supiera, vengo de allá, me senté, comí algo, y ahora escucho música vikinga.

Hoy quería mandar todo a la cresta, trabajo culiao, no paraba de tatarear para mis adentros "cuz' I hate my job, I really hate my fuckin' job" pero no lo hice. Antes, no sé, lo hubiera hecho. Ya sabía como.
Ir  a la oficina sórdida, buscar con quien hablar y inventar algo, cualquier cosa o decir derechamente, que no es para mi esa pega. Tomado mis cosas, entregar las llaves, adiós, pase a fin de mes a buscar su platita. Hasta nunca. Llegado  a la casa, explicar, volver a ver las caras de desilución de mis padres, escuchar que está bien, es mi decision después de todo. Ya los he decepcionado bastante como para que importe hacerlo una vez más.

Pero no lo hice.

Ahora tengo porque luchar, o más bien, siempre lo tuve, pero ahora hay un motivo que puedo ver tan grande como un iceberg sin sumergirse.

Es hora que le devuelva la mano a la vida, es hora de esforzarme, de sacarme la cresta, ir por el todo o nada.

Despues de todo, es como el iceberg dijo: " para que el tiempo no pase erráticamente, no hay que cerrar los ojos nunca"

Gracias, Iceberg de pies pequeños, por estos días tan...

Tan tú.

1 comentario:

DreamerDeceiver dijo...

¿Pa qué tan lindo oshe?